Concepto y definición de concursal bancario
El concurso bancario es un procedimiento judicial que se lleva a cabo cuando una entidad bancaria o financiera se encuentra en una situación de insolvencia y no puede hacer frente a sus obligaciones de pago. Este procedimiento tiene como objetivo buscar una solución que permita la continuidad de la actividad bancaria y la protección de los derechos de los acreedores y depositantes.
En España, el concurso bancario se rige por la Ley Concursal (Ley 22/2003, de 9 de julio), que establece el procedimiento para la declaración de concurso y las medidas que se deben adoptar para su resolución. Además, el Banco de España tiene competencia para supervisar los procesos concursales de las entidades bancarias y financieras.
Algunos ejemplos de entidades bancarias que han sido declaradas en concurso en España son CajaSur, Banco de Valencia, Banco Popular y Banco Cooperativo Español. En estos casos, el concurso ha llevado a la venta de la entidad a otra entidad bancaria, como fue el caso del Banco Popular, que fue adquirido por el Banco Santander.
Te puede interesar:Caja ruralEn cuanto a las reclamaciones posibles en casos de concurso bancario, los depositantes pueden reclamar sus depósitos hasta un máximo de 100.000 euros a través del Fondo de Garantía de Depósitos. Por otro lado, los acreedores pueden presentar sus créditos en el proceso concursal y participar en la liquidación de la entidad.
Es importante destacar que en los últimos años ha habido un aumento en la preocupación por la protección de los derechos de los consumidores y usuarios en los procesos concursales bancarios. De hecho, la Ley de Segunda Oportunidad (Ley 25/2015, de 28 de julio) ha establecido medidas para la protección de los consumidores y usuarios en situaciones de insolvencia, incluyendo la posibilidad de cancelación de las deudas pendientes.
Algunos ejemplos de reclamaciones relacionadas con el concursal bancario incluyen:
Te puede interesar:Entidades financieras– Los depositantes del banco que han depositado su dinero y no pueden acceder a él debido a la situación del banco.
– Los acreedores del banco que han prestado dinero al banco y no pueden recuperarlo debido a la insolvencia del banco.
– Los accionistas del banco que han invertido en el banco y que podrían perder su inversión debido a la situación del banco.